El riesgo operacional se define como la probabilidad de daños potenciales y pérdidas motivadas a las formas de organización y la estructura de sus procesos de gestión, debilidades en controles internos, errores en el procesamiento de operaciones, fallas de seguridad o desactualización en los planes de contingencia del negocio.
Para gestionar este tipo de riesgo se deben seguir los procedimientos que para los demás, entre los que se encuentran identificar, medir, gestionar, analizar y controlar periódicamente. El Comité de Basilea ha discutido recientemente el riesgo operativo bajo cinco categorías: vigilancia administrativa, medición de riesgos, políticas y procedimientos, controles internos, y visión del posible papel de los supervisores.
Aquellos encargados de gestionar el riesgo operacional deben trabajar conjuntamente con la alta gerencia y aquellos empleados representativos de cada núcleo de la empresa, que conozcan a la perfección su actividad, desempeño de los trabajadores, funcionamiento de los sistemas, etc. y proporcionen información útil para desarrollar estrategias efectivas en el tratamiento del riesgo en operaciones.
También es de gran importancia localizar aquellas áreas que presentan mayor propensión a sufrir daños en el sistema operativo, ejecución de fraudes, y diferentes situaciones que puedan provocar un potencial daño. Cada empresa, financiera o no financiera, debe analizar detenidamente cuáles son los riesgos a los que se enfrenta y no debe dejar de lado el operacional, ya que al subestimarlo puede generar pérdidas muy cuantiosas
Dado que la medición del riesgo operacional depende de varios factores y requiere que se estime la probabilidad de un evento de pérdida operacional y el tamaño potencial de dicha pérdida, muchas empresas han optado con emprender programas de concientizacion para sus empleados, de modo que todas las personas en la organización conozca el riesgo en el que pueden incurrir, y de esa forma, ayuden a mitigar las posibles pérdidas por esta causa.
De igual forma, las empresas han hecho énfasis en la auditoría constante la cual permite detectar cualquier falla por parte del personal o de los instrumentos de trabajo de los que depende el negocio.
Desde la perspectiva de instituciones financiera, algunos han establecido una provisión para pérdidas operacionales (similares a las reservas tradicionales para el riesgo crediticio) y mantenidas en forma rutinaria. Varios bancos también están explorando el uso del reaseguro para cubrir las pérdidas operacionales.
Anteriormente no se le había dado tanta importancia al riesgo operacional, sin embargo, como se puede notar, es de gran importancia para las instituciones financieras como las no financieras, ya que le puede generar pérdidas muy grandes si no se gestiona adecuadamente.
Para gestionar este tipo de riesgo se deben seguir los procedimientos que para los demás, entre los que se encuentran identificar, medir, gestionar, analizar y controlar periódicamente. El Comité de Basilea ha discutido recientemente el riesgo operativo bajo cinco categorías: vigilancia administrativa, medición de riesgos, políticas y procedimientos, controles internos, y visión del posible papel de los supervisores.
Aquellos encargados de gestionar el riesgo operacional deben trabajar conjuntamente con la alta gerencia y aquellos empleados representativos de cada núcleo de la empresa, que conozcan a la perfección su actividad, desempeño de los trabajadores, funcionamiento de los sistemas, etc. y proporcionen información útil para desarrollar estrategias efectivas en el tratamiento del riesgo en operaciones.
También es de gran importancia localizar aquellas áreas que presentan mayor propensión a sufrir daños en el sistema operativo, ejecución de fraudes, y diferentes situaciones que puedan provocar un potencial daño. Cada empresa, financiera o no financiera, debe analizar detenidamente cuáles son los riesgos a los que se enfrenta y no debe dejar de lado el operacional, ya que al subestimarlo puede generar pérdidas muy cuantiosas
Dado que la medición del riesgo operacional depende de varios factores y requiere que se estime la probabilidad de un evento de pérdida operacional y el tamaño potencial de dicha pérdida, muchas empresas han optado con emprender programas de concientizacion para sus empleados, de modo que todas las personas en la organización conozca el riesgo en el que pueden incurrir, y de esa forma, ayuden a mitigar las posibles pérdidas por esta causa.
De igual forma, las empresas han hecho énfasis en la auditoría constante la cual permite detectar cualquier falla por parte del personal o de los instrumentos de trabajo de los que depende el negocio.
Desde la perspectiva de instituciones financiera, algunos han establecido una provisión para pérdidas operacionales (similares a las reservas tradicionales para el riesgo crediticio) y mantenidas en forma rutinaria. Varios bancos también están explorando el uso del reaseguro para cubrir las pérdidas operacionales.
Anteriormente no se le había dado tanta importancia al riesgo operacional, sin embargo, como se puede notar, es de gran importancia para las instituciones financieras como las no financieras, ya que le puede generar pérdidas muy grandes si no se gestiona adecuadamente.
 

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